Ozzy Osbourne ha muerto: 5 rarezas brutales del Príncipe de las Tinieblas
De duetos con Muppets al ADN de un mutante: el último adiós a una leyenda que nunca pidió permiso para existir.
Ozzy Osbourne ha muerto. Nos dejó en Birmingham a los 76 años, rodeado de su familia, tras una larga y dura batalla contra el párkinson. Su despedida pública ocurrió apenas dos semanas antes: el 5 de julio, en el estadio Villa Park, durante el concierto benéfico Back to the Beginning con los cuatro miembros originales de Black Sabbath. Una ceremonia oscura, honesta y cargada de simbolismo que recaudó millones para obras sociales.
Con la noticia aún retumbando, desempolvamos cinco rarezas que revelan el lado más insólito (y humano) del llamado Príncipe de las Tinieblas.
1. Un mutante certificado por la ciencia
En 2010, la compañía Knome secuenció íntegramente su genoma y halló mutaciones inéditas en genes como ADH4 (metabolismo del alcohol) y OPRD (receptores opioides), potencialmente detrás de su resistencia casi sobrehumana a las sustancias. “Debí haber muerto hace años”, escribió él mismo en sus memorias… pero su biología decidió lo contrario.
2. Seis semanas a la sombra… por lencería
Con 17 años robó ropa femenina —en realidad eran medias y camisetas— de una tienda en Birmingham. Incapaz de pagar la multa (su padre tampoco lo ayudó “para que aprendiera”), pasó seis semanas en la prisión de Winson Green. Entre rejas decidió que la música sería su única salida.
3. Dueto con Miss Piggy en modo surrealista
En 1994 grabó con los Muppets el álbum “Kermit Unpigged“. Allí, Ozzy y Miss Piggy rugen “Born to Be Wild” en una versión tan disparatada como entrañable: heavy metal en terciopelo rosa.
4. Fontanero frustrado y sueños aplastados
Antes de los riffs, fue aprendiz de fontanero, obrero y hasta sintonizador de bocinas de fábrica. Duró poco: el micrófono ganó la batalla y el mundo del rock respiró aliviado.
5. El día que decapitó dos palomas en CBS
Todos recuerdan el murciélago de 1982, pero un año antes, en una junta con ejecutivos de CBS en Los Ángeles, sacó dos palomas blancas de su abrigo; una voló, las otras terminaron sin cabeza… un “statement” marca Ozzy que horrorizó a la disquera y alimentó la leyenda.
El legado del músico metalero trasciende riffs, escándalos y titulares sensacionalistas. Ozzy Osbourne ha muerto, sí, pero su existencia confirma que fue, es y será un fenómeno irrepetible, forjado a golpes de caos, genio y locura.
Este artículo es un contenido de NoEsFm
