Ruto Neón presenta “Una nueva forma de perder” con Noni Meyers: desahogo en clave disco-funk
Un choque de fuerzas entre el murciano y el referente de Lori Meyers que convierte la frustración del músico en un himno catártico con timbales y trompetas.
Ruto Neón se alía con Noni de Lori Meyers para firmar “Una nueva forma de perder”, un sencillo que desnuda —sin paños calientes— las frustraciones de quien sueña con vivir de su arte. La canción nace juguetona, con pulso disco-funk y bajos elásticos, pero avanza hacia un clímax incendiario de timbales y metales donde la voz se desgarra y admite esa ambición que a veces duele tanto como impulsa. Es un desahogo compartido, casi una conversación en voz alta sobre el tiempo que se escurre entre los dedos.
La producción, a cargo del propio Ruto Neón junto a Mario Vigara, redondea una pieza que respira riesgo y nervio. Raúl Pérez firma una mezcla afilada que abre espacio a cada capa, mientras que el mastering de Antonio Navarro aporta pegada sin sacrificar dinámica. El resultado: un disparo de tres minutos largos donde la ironía inicial termina en catarsis, con trompetas apuntando al cielo y una batería que pide sala grande.
Este lanzamiento se suma al disco de colaboraciones que el proyecto nos va revelando canción a canción. En mayo llegó “Pensando en la muerte” con Kike Suárez (Vera Fauna); en junio, “El principio del final” junto a Varry Brava. La incorporación de Noni Meyers encaja con naturalidad: puentea generaciones del indie rock español y estira el lenguaje hacia territorios más hedonistas sin perder filo.
Detrás de Ruto Neón está Bruno Laencina (Murcia), acompañado por el percusionista José Antonio García, un tándem que ha ido ganando hueco con una mezcla propia de pop, rock y electrónica. Su debut “Reset” (2020), grabado y coproducido con Brian Hunt (Cupido, Russian Red, La Bien Querida), fue un mapa emocional sobre cerrar etapas y empezar de cero pasada la treintena. En paralelo, su página “Lorecordabamejor” lo ha convertido en fenómeno en España y Latinoamérica gracias a doblajes musicales virales y un imaginario visual tan divertido como inclasificable. Con 2025 y 2026 asomando colaboraciones de alto calibre —algunas nacidas de esas conexiones improbables—, queda claro que este es uno de los proyectos más curiosos y prometedores de la escena independiente.
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