“A veces para siempre”: Aeródromo y la escena del rock penquista que pide despegar
Un debut caótico y armonioso que pone a Concepción en el mapa: nueve canciones de indie-rock con guiños de noise-pop y un pulso emocional que no suelta.
Con “A veces para siempre”, Aeródromo irrumpe para empujar la escena del rock penquista hacia el mapa nacional con un primer álbum que deshuesa el amor a ritmo de guitarras filosas y melodías pegadizas. Cuatro músicos que se cruzaron por azar hoy consolidan dos años de trabajo en nueve pistas donde el caos convive con la armonía, el indie rock roza el noise pop y la identidad local se escucha sin disfraces. “Queremos visibilizar lo que hay acá en la región… que la gente sepa que en Conce se están haciendo cosas nuevas”, dispara el vocalista Diego Olave.
El disco funciona como un viaje de altura controlada: euforia en las nubes, aterrizaje obligado en la pista. Aeródromo habla de ese contraste interno —rabia, calma, temporalidad— con una honestidad que evita el cliché y se queda en la piel. Nada fue fácil: hubo semanas sin grabar por falta de implementos y el peso de los estudios personales frenó el avance. Aun así, en Alto Estante encontraron el timbre preciso: “Ahí dimos con el sonido que queríamos proyectar”, apunta Ignacio Toloza. La mezcla de Luis Leiva y el mastering de Daniel Velásquez terminan de pulir un material que suena fresco, urgente y maduro.
El as bajo la manga es “Fiesta”, single que destila la esencia del álbum: una celebración privada donde solo importa que llegue la persona indicada. La historia se ancla en una línea que late como tesis del título: “por favor no llores, casi nada es para siempre, y si es para siempre quiero que sea junto a ti”. Pop de alto octanaje, guitarras que muerden y un estribillo que abre puertas sin pedir permiso.
“A veces para siempre” llega para quedarse en los oídos de quienes siguen el nuevo pulso chileno y, de paso, reafirma que la escena del rock penquista no es postal nostálgica, sino presente en combustión. Portada a cargo de Diego Olave y Renata Gutiérrez, grabación íntegra en Alto Estante y una banda agradecida: “Sin ustedes no lo hubiésemos podido lograr”, cierran, con el despegue activado y la pista libre.
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